Jacobs, por supuesto. Inagotable, capaz de reinventarse a sí mismo y creador de colecciones (bajo su firma y para la genial maison Louis Vuitton) con un poder especial para generar un séquito de celebrities adictas a sus bondades. A Marc le sobraban los motivos para convertirse en objeto de museo. Sobre todo sus emocionantes 15 años –tal y como él mismo los ha definido– al frente de la dirección creativa de Vuitton.
Es precisamente esta experiencia la que se ha convertido en leitmotiv de la muestra que anoche el diseñador inauguraba acompañado de sus fieles –las mismas que por la mañana le acompañaban en la presentación de su colección otoño-invierno 2012-13– en el Museo de Artes Decorativas de París. Louis Vuitton-Marc Jacobs es un recorrido por la historia de estos dos hombres y, en especial, sobre la aportación de Jacobs a la maison desde que se incorporara en el 1997 a sus filas. Articulada en dos plantas, cada una de ellas dedicada a un personaje, la exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 12 de septiembre, ha estado comisariada por Pamela Golbin y ambientada bajo la escenografía de Samantha Gainsbury y Joseph Bennett.
jueves, 8 de marzo de 2012
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